Una de las estatuas que flanquean el puente que cruza el Tiber hasta el Castel Sant'Angelo en Roma. Y, aun siendo ángel y cargando con una cruz, el santo es el que lleva la espada.
Siempre me han llamado la atención las hormigas, no porque sean capaces de levantar diez veces su propio peso, sino porque funcionan como una unidad, trabajando de manera colectiva para el mantenimiento de la colonia.