jueves, 15 de septiembre de 2016

28 M. Monitz

Lisboa, 21 de mayo de 2016.

Uno de mis gestos favoritos en un viaje se da cuando, habiendo uno recorrido media ciudad en una mañana, se sienta, mira a su acompañante y sonrie muy cansado. Pero es una sonrisa que dice que está valiendo la pena.